Alcoholismo

Un alcohólico no posee control sobre su consumo y su grado de tolerancia al alcohol suele ir aumentando.

El alcoholismo es una enfermedad caracterizada por la dependencia física hacia el alcohol. Un alcohólico no posee control sobre su consumo y su grado de tolerancia al alcohol suele ir aumentando. Cuando su ingesta es interrumpida (de 12 a 24 sin beber), se manifiestan los síntomas de abstinencia. Estos síntomas son como una resaca pero de mayor duración e intensidad (dolor de cabeza, deshidratación, náuseas, debilidad, escalofríos). Las causas del alcoholismo son muy variadas; dependen de las condiciones socioculturales de cada persona. Entre ellas se pueden distinguir la ansiedad, la depresión, la inseguridad, los conflictos en relaciones interpersonales y la facilidad para conseguir el alcohol debido a la aceptación social de su consumo.

Es una enfermedad en la cual se manifiestan por lo menos dos de los puntos siguientes en un plazo de 12 meses:

  • Consumo de  alcohol con frecuencia en cantidades superiores o durante un tiempo más prolongado de lo que se pretende en un principio.
  • Deseo persistente o esfuerzos fracasados de abandonar o controlar el consumo de alcohol.
  • Se invierte mucho tiempo en las actividades necesarias para consumir  o recuperarse de los efectos del alcohol.
  • Consumo continuado de alcohol a pesar de sufrir problemas sociales o físicos.
  • El consumo de alcohol provoca el abandono de importantes actividades sociales o profesionales.
  • Consumo recurrente de alcohol en situaciones en las que provoca un riesgo físico.
  • Se continúa el consumo de alcohol a pesar de saber que se sufre un problema físico o psicológico.
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